A pesar de tener muchas ventajas y atractivos, el turismo micológico puede provocar verdaderos estragos en el medio ambiente. Para poder recolectar setas de forma responsable y sin dañar el ecosistema es preciso tener en cuenta una serie de advertencias. Vamos a proceder a enumerar unos consejos prácticos para que la práctica de esta sana afición se convierta en un problema que dañe nuestros montes:
- El aspecto principal que se debe tener en cuenta en el turismo micológico es el respeto por el medio ambiente. Es responsabilidad de cada uno no dejar residuos en el campo e incluso retirar los que encontremos y no pisar las zonas con setas ya que la compactación contra el suelo afecta considerablemente a la ventilación del terreno.
- La falsa idea de que “el bosque es de todos” hace que algunos desatiendan cualquier señal de prohibido el paso y no duden en saltar (cuando no tirar al suelo) cercas y alambradas. Pero lo cierto es que cuando accedemos al bosque estamos invadiendo en la mayoría de los casos una propiedad particular. Además, no debemos olvidar que está rigurosamente prohibido recoger muestras vegetales en los espacios protegidos, por lo que, si lo hacemos, si nos ponemos a coger setas en un parque natural podemos ser sancionados por los agentes forestales y medioambientales.
- Hay que respetar las zonas protegidas y reguladas para recolectores locales y empleados del sector para los que es su principal ingreso económico. Es importante informarse sobre permisos y cantidades permitidas en el lugar donde hagas la recolección. Además, es fundamental no recolectar en zonas cercanas a industrias, carreteras o basureros.
- Otro punto a tener en cuenta es recolectar sólo setas comestibles. La Península Ibérica es uno de los países con más variedad micológica, por ello es fundamental discernir entre las especies e identificarlas. Ante cualquier duda hay que evitar coger alguna seta ya que podría provocar una grave intoxicación.
- La forma de recogerlas según los expertos micológicos es importante, ya que hay que cortarla nunca “arrancarla haciendo palanca desde la base extrayendo toda la seta”. Es importante que, tras la extracción, tapemos el agujero donde estaba la seta con la misma tierra para proteger el micelio.
- Otro factor a tener en cuenta es respetar el musgo ya que es un agente necesario para mantener el equilibrio del ecosistema forestal, ya que actúa como humificadores naturales, liberando la humedad retenida en su interior.
- Por último, las cestas de mimbre tienen un papel fundamental en el turismo micológico. Al tener agujeros, las esporas de las setas se dispersan por el suelo donde podrán volver a nacer de nuevo.