Soluciones sectoriales, fiscales ytecnológicas para la actividad micológica
  • La recolección de setas aspira a ser una actividad ordenada y transparente, ideal para revitalizar el medio rural, fomentar la investigación y generar riqueza.
  • Ante un incremento en la demanda de setas y la complicación de la regulación de su explotación y comercialización, MIKOGEST trabaja por una gestión innovadora y un aprovechamiento sostenible, ligado a una organización sectorial y un mayor conocimiento del recurso.

El Centro de Visitantes del Parque Natural “Los Alcornocales”, en Alcalá de los Gazules (Cádiz), con 170.000 hectáreas y más de 450 especies de setas registradas, acogió el pasado ía 28 de mayo una jornada técnica del grupo operativo MIKOGEST bajo el título: “Organización socioeconómica del sector micológico”, en la que se dio a conocer los progresos del proyecto, precisamente en un territorio con gran potencial y tradición micológica.

Daniel Sánchez Román, Delegado Territorial de Desarrollo Sostenible, fue el encargado de inaugurar la jornada, que puso el foco en “aprovechar el recurso micológico como un recurso económico”. Según su portavoz en el evento, la Junta de Andalucía apuesta por poner en valor todos los recursos del Parque Natural “Los Alcornocales”, también el micológico, estableciendo cotos micológicos y contribuyendo a regular el sector.

 

EL GRUPO OPERATIVO MIKOGEST

Roberto Rubio, jefe de Área Forestal y Recursos Naturales de Cesefor y coordinador del proyecto, expuso que uno de los grandes objetivos de MIKOGEST es la implantación de nuevas tecnologías en el recurso micológico asociado a las masas forestales que hay en la Península, que nos proveen de bienes y servicios.

Otro reto es actualizar la gestión de la recolección de setas de una forma más dinámica, "tomando como criterio principal la meteorología, es posible estimar la potencialidad productiva que tienen nuestros montes y predecir cuál será la producción en el futuro inmediato” con datos fiables y en tiempo real.

Además, MIKOGEST persigue establecer criterios de gestión para garantizar la sostenibilidad del aprovechamiento y su trazabilidad y, finalmente, profesionalizar la recolección.

 

TRAZABILIDAD Y SEGURIDAD ALIMENTARIA

Antonio Montoro, profesor de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona, remarcó que “la trazabilidad es la garantía que tenemos para alcanzar una seguridad alimentaria”.

Según el ponente, aún hoy proliferan las intoxicaciones, principalmente entre recolectores particulares que desconocen las especies de hongos silvestres y los consumen.

Tras la crisis de las “vacas locas”, la Unión Europea apuntaló mediante el Reglamento 178/2002 que “solo lo que es absolutamente inocuo puede comercializarse”. Y aclaró que “todo actor de la industria agroalimentaria que recolecte, produzca o manipule alimentos está obligado a disponer de un sistema exhaustivo documentado y preventivo que garantice la trazabilidad y la seguridad alimentaria”.

J. Gerardo López Castillo, veterinario de Salud Pública en la Unidad de Protección de la Salud del Distrito Sanitario Granada-Metropolitano, dependiente de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, presentó y explicó la regulación normativa vigente del suministro directo de setas en las distintas Comunidades Autónomas. Esta función les fue delegada a través del RD 30/2009 de comercialización de setas para uso alimentario. En estos últimos años han sido varias las Comunidades que han ido desarrollando esta normativa, con mayor o menor acierto. “Las setas silvestres y cultivadas se encuadran como alimento, dentro de la producción agrícola -destacó-. El control de su recolección y cultivo compete a las Consejerías de Medio Ambiente y Agricultura hasta su primera venta. Posteriormente el control de su comercialización es competencia de las Consejerías de Sanidad o Salud. Lógicamente debe de haber una comunicación fluida y una coordinación entre las distintas Consejerías autonómicas, y entre éstas y sus respectivos Ministerios estatales”.

 

FISCALIDAD ADAPTADA A LA ACTIVIDAD RECOLECTORA

Albert Plá, profesor de Derecho Tributario de la Universidad de Barcelona. Fiscalista de la Federación Española de Empresarios de Setas y Trufas (FETRUSE), expuso lo que podría ser una vía de fiscalidad adaptada a la actividad recolectora de setas, concebida y desarrollada en el seno del GO MIKOGEST. “Es prácticamente imposible determinar el volumen de producción que se genera en esta actividad -introdujo-. El problema surge porque la empresa comercializadora no dispone de documento alguno que justifique la cantidad vendida ni el gasto realizado ya que el recolector no tiene capacidad de emitir factura”.

“La inseguridad jurídica es total -concluyó- aumenta la conflictividad ante la autoridad tributaria y proliferan las empresas sumergidas. Trabajando al margen de la ley, muchas personas van trabajando y viviendo a través de este recurso forestal”

Una propuesta sería integrar la actividad en el Régimen Especial de la Agricultura, Ganadería y Pesca donde los empresarios no necesitan liquidar el IVA por aquellas ventas de productos naturales que se han obtenido de las explotaciones y en las entregas de bienes de inversión, siempre y cuando no sean inmuebles.

 

ACOTADOS MICOLOGICOS

Patricia Gómez Agrela, gerente de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE) reiteró que la recolección de setas es una actividad en auge; “se está produciendo una presión sobre el recurso y conviene regularlo, para no agotarlo”.

Las setas pertenecen al propietario del terreno; en este caso, al titular del monte -recordó- Las setas son un aprovechamiento forestal más, sujeto a las leyes que los regulan”.

COSE denuncia el acceso indiscriminado a las fincas y las recolecciones masivas, y aboga por un aprovechamiento sostenible, una planificación del recurso y un sistema de permisos para obtener la trazabilidad.

Algunas CCAA han aprobado un decreto regulador de la actividad micológica. Pero en otras no existe regulación. En estas últimas es posible hacer un acto de reserva del aprovechamiento; “el propietario se reserva para sí la explotación de ese recurso”. Eso sí, tiene que informar debidamente de que se ha reservado ese derecho. Mediante unas tablillas informativas donde se indica que el aprovechamiento micológico solo es posible mediante autorización del propietario.

“Resolverlo es positivo para todos: Se legalizará la actividad, aflorará una economía sumergida, habrá transparencia fiscal, valor para el territorio y contribuiremos al cuidado de nuestros montes”, concluyó.

David Villada Rojo, jefe de servicio de Promoción Forestal de la Junta de Castilla y León, expuso y comentó experiencias de acotados y parques micológicos en Castilla y León, que han sido numerosas, desde que se pusieron en marcha en 1994, y desembocaron en la aprobación del decreto 31/2017 que regula el sector micológico en esta región.

“Los resultados están siendo satisfactorios, con casi 200 acotados micológicos, que acogen 750.000 hectáreas -informó el ponente-. Sobre todo, en las provincias de Burgos y Soria, en montes de utilidad pública”. No hay declarado ningún parque micológico, pero existen sendas solicitudes en Salamanca y Soria (se requiere un mínimo de 10.000ha).

"También se han normalizado los permisos y fluye la información sobre la actividad en los acotados activos. Lactarius deliciosus y Boletus edulis son, con diferencia, las especies más recolectadas”, informó David Villada.

 

INVENTARIOS MICOLOGICOS

Olga González Raposo, gerente de la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León (FAFCYLE), comentó la experiencia de los inventarios micológicos utilizando la ciencia aplicada a los aprovechamientos forestales, para sentar las bases del análisis y planificación de un monte con fines a su gestión sostenible.

Con información fiable y sólida, el recurso micológico también ha de ser objeto de un exhaustivo análisis de inventariación, por la gran variedad de especies y factores que influyen en el recurso, por su estacionalidad e irregularidad en la producción. Y porque existe déficit estadístico sobre el recurso. El objetivo es caracterizar la producción, la diversidad, determinar la presión recolectora, mejorar el conocimiento de la micología, analizar factores que influyen en la producción de hongos y mejorar los modelos productivos micológicos.

Por su parte Edu Collado, investigador del Centro Tecnológico Forestal de Catalunya (CTFC) habló sobre el desarrollo de modelos de producción de la fructificación de setas comestibles, a partir de la recolección de datos e inventarios realizados en Castilla y León y Cataluña desde 1997.

 

APP PARA LA GESTION DE DATOS MICOLOGICOS

José Miguel Altelarrea, técnico de Cesefor, presentó a los asistentes a la jornada la App Smartbasket. Una herramienta concebida para hacer una gestión dinámica y sostenible del aprovechamiento del recurso micológico. “Queremos saber dónde, cuándo y cuánto. Son las preguntas que se hacen recolector y gestor -aclaró el ponente-. Que la capacidad productiva de nuestros montes sea superior al volumen que se explota, garantizando su sostenibilidad. Y que el sistema sea dinámico, en tiempo real”.

Recolector, expertos identificadores e inventariadores usarán la aplicación y colaborarán para alcanzar los citados objetivos.

Un gran desafío es que el recolector confíe en la aplicación; la información es confidencial y sólo entra en BigData, con una finalidad científica. Actualmente Smartbasket suma aproximadamente 300 usuarios.

 

ASOCIACIÓN DE RECOLECTORES

Juan Martínez de Aragón, presidente de La Asociación de Recolectores Profesionales de Setas Silvestres, que ha germinado a partir del trabajo del grupo operativo MIKOGEST, “aspira a ser una herramienta muy útil para profesionalizar un sector que debe ser socioeconómicamente organizado”.

En efecto, la Asociación pretende dignificar la actividad de la recolección y garantizar la sostenibilidad del recurso. Servir de interlocutor ante diferentes organismos, defender el medio ambiente y acercar posturas, en coordinación con el propietario forestal y con la sociedad, aclarar y fortalecer la regulación de la actividad, su fiscalidad, organizar cursos para ampliar la formación y el conocimiento.“Un objetivo prioritario es alcanzar una regulación fiscal adaptada a la actividad de la recolección de setas, alejando al profesional de la imagen de furtivismo, así como estimular el uso del contrato agroalimentario”.

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El proyecto de innovación del grupo operativo MIKOGEST tiene una duración de dos años y ha sido beneficiario de una ayuda a proyectos de innovación de interés general de grupos operativos (AEI-AGRI) en el marco del programa nacional de desarrollo rural 2014-2020 (FEADER) en la convocatoria 2019, con un presupuesto total de 584.000€ (467.200€ FEADER y 116.800€ AGE).